lunes, 13 de mayo de 2013

La vida en un cigarrillo.....



Mientras caminas, entre tanto tumulto, en el centro de la calle, en una especie de alameda, coloreada de colores marrones, y justo a la derecha a 2 metros de la esquina una banca, de esas tipicas de madera, medias podridas, en un ambiente tipico de foto de otoño; no entendiste jamás el porque estaba ahi, entre algo tan tipico, pero en el fondo era atipico, y tenia un matiz tipico, junto a ella un arbol, que lloraba hojas y la hacia aun mas tipica y otoñal, ante tremenda imposicion de tu mente no queda mas que acercarse a la banca, sentarse, prender un porro y fumar....Zuhuuuuuuuuu.... y contienes la respiracion, y el magnifico humo que fumas raspa tu garganta, toses un poco, contienes y miras el horizonte, estas ahi, en medio de la calle, por tu alrededor circulan miles de gentes con bolsas multicolores, y vestimentas extrañas, de pronto un silbido y apenas miras ves a un zapatero empedernido lustrando unos zapatos viejos de un anciano, que te mira y niega con la cabeza, da lo mismo, el porro se consume y nuevamete tzzzzzzzzzzzzzzzzhuuu, esta vez se sintió menos, se levanta una brisa, despeina tu ya rebelde cabellera y las hojas corren escapando del viento, mientras observas eso, un imbécil invade tu espacio y tiene la patudez de sentarse a tu lado, en tu banca, que estaba en ese típico ambiente otoñal imaginario y te dice con voz segura "Parece que va a llover"  y en tus adentros y aun conteniendo el aire piensas ¡Que mierda imbécil  estoy fumando, no me importa el clima, me encantaría que llueva, vete de mi banca, cuando al fin puedes exalar y tienes la intención el meteorólogo aficionado se ha ido, y en el fondo te contentas, la banca es solo para ti y el típico ambiente otoñal también.....
De la nada entre que sientes el THC haciendo el placentero efecto en tu SNC y achinando tus ojos, vez al anciano caminar, con unos zapatos extremadamente brillantes a una velocidad infinitamente lenta, el brillo de sus zapatos te perturba y el hombre no avanza, lo observas detenidamente y notas que ese mismo brillo  refleja las hojas de la alameda, ruegas porque no se siente a tu lado, afortunadamente no lo hace y avanza solamente, mientras el zapatero que lo atendió presta sus servicios a otro comensal. (Sucesos entre zapateros y zapatos)
Enciendes un cigarro y vez la vida en él, así, drástica-mente  como cuando alguien te dice "vi la luz", bueno tu viste la vida en un cigarro, bastante malo por lo demás  la garganta pica, la boca esta seca, los ojos directamente importados de la china y tu sonrisa como de publicidad pepsodent, en fin, el cigarro tiene menthol y refresca, pero sabe mal, así  cruzas tu vida en ese cigarro, piensas en lo que sucederá mañana, en como te encontrarás mañana, en que harás mañana y te das cuenta que no sabes, no tienes idea y te agrada, es fascinante no vivir la vida como una receta, sino como un camino, es genial imaginar que puedes estar en mil lugares así como estas en ese preciso momento en una alameda en el medio de la bulliciosa ciudad, donde los niños venden parches curitas a gamba y  a cien, donde en la micro los privilegios son mas caros que en comercio, donde la gente se siente amable y educada, donde los ancianos sacan brillo a sus zapatos y donde puedes fumar un porro, imaginando que estas en otro lugar, eso es maravillosamente mágico  se acaba el cigarro, se acaba la historia.

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